martes, 28 de mayo de 2013

Riesgos electrónicos


Un muy reciente artículo publicado en el European Journal of Public Health nos advierte de los riesgos de la vigilancia de salud pública efectuada utilizando los datos sanitarios electrónicos (Public health surveillance withelectronic medical records: at risk of surveillance bias and overdiagnosis).
El autor, Arnaud Chiolero, que trabaja en el Instituto de Medicina Preventiva y Social de Lausana (Suiza), advierte de dos riesgos cuando se realiza la vigilancia de enfermedades crónicas basada en historias clínicas electrónicas: el sesgo de vigilancia y el sobrediagnóstico.
Y tiene razón. Lo que pasa es que ambos riesgos no son exclusivos de la utilización de los registros electrónicos. La tecnología lo que hace es que puedan ser más evidentes y que la falta de diligencia en su control agrave la situación.
Ya es conocido que no toda la información que circula en las aplicaciones clínicas corporativas es de la calidad deseable. Incluso, en ocasiones, es de calidad manifiestamente baja. Pero ningún sistema de vigilancia funciona sólo por inercia.
No es posible esperar que la utilización de datos que han sido recogidos con una finalidad diferente a la de vigilancia, puedan aprovecharse sin más, sin un control de calidad adecuado, sin una intervención sobre quien los registra, sin un análisis apropiado y, sobre todo, sin considerar la finalidad última de su uso.
Como se menciona al final del artículo es necesaria una mirada crítica de los datos electrónicos. A ello se podía añadir: y una evaluación de todo el sistema teniendo en cuenta su finalidad.

En el artículo "Informació sanitària per a què? (a propòsit de la conveniencia d'un Sistema d'Informació Sanitària)", que ya mencionamos con anterioridad en otra entrada ("Si caminas lo bastante"), se resaltaba que lo importante en vigilancia es comenzar a analizar los datos de un sistema y utilizar esa información ya que de esta manera se contribuye a su mejora porque se van detectando los fallos existentes y pueden corregirse. Lo que era cierto cuando se trabajaba manualmente sigue siendo cierto en la época de los registros automatizados.




lunes, 27 de mayo de 2013

El principio marinero

Hay un importante principio en los asuntos relacionados con la mar y con la seguridad y el salvamento, conocido en algunos ámbitos como el principio marinero: aquel que dice que, en caso de naufragio, "las mujeres y los niños primero". Por extensión, además de en el ámbito de la mar y la navegación, lo podemos encontrar en otros ámbitos, y así, por ejemplo puede encontrarse como título de un libro, "Las mujeres y los niños primero", sobre discursos de la maternidad.
Podemos aplicarlo también en salud, y así recalcar que hablar de género, salud materna, salud reproductiva y salud infantil, es importante y debería ser también prioritario.
 
Hoy en "El País" se habla precisamente de ello en el artículo titulado "Continúan las desigualdades en salud perinatal". En él, Francisco Bolumar, Adela Recio y Carmen Barona comentan los resultados del segundo Informe Europeo sobre Salud Perinatal, elaborado por el grupo Euro-Peristat.
En este informe se utiliza el concepto de salud perinatal como aquella que se refiere a la madre, al feto y al recién nacido, y una de sus fortalezas es la de presentar información comparable entre los distintos países europeos. Esto último, que debería ser algo elemental y obvio, no siempre se produce y por eso se resalta.
Uno de los aspectos que se destacan en el informe es que "existen amplias desigualdades en salud perinatal entre los países europeos y dentro de cada país la pobreza y el bajo estatus social se asocian con resultados deficientes del embarazo". Esto es tremendo, y más si nos fijamos en que los datos son referidos a 2010 y que, desde entonces, la crisis financiera ha agudizado todavía más la desigualdad.
En el caso de los datos referidos a España hay varias condiciones que llaman la atención, siendo una de ellas el porcentaje de recién nacidos de bajo peso, situándose en segundo lugar entre los países con peor valor de este indicador, que, además presenta una tendencia al empeoramiento.
Finalmente también se menciona que para algunos indicadores de salud perinatal existe una ausencia de información en España y, por ello, en ocasiones, ha sido necesario recurrir a datos de la Comunitat Valenciana o de Cataluña que sí disponen de ellos. En ese sentido destacamos la existencia del Registro de Mortalidad Perinatal de la Comunitat Valenciana, que viene funcionado desde 2004 y del cual ya están disponibles datos del año 2012.

En fin, y como conclusión, que será necesario que no nos comportemos como ese (mal) capitán de barco que desde la lancha de salvamento recuerda el principio marinero sin  aplicarlo correctamente.


Imagen tomada de http://www.webmar.com/archives/5323
 

viernes, 24 de mayo de 2013

El pícaro gordito


"Y éste, el pícaro  gordo se lo comió"

Y es que con estos ejemplos en el saber popular no es de extrañar que se considere que nuestro país es uno de los que mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil presenta. Eso nos dicen los datos de la Encuesta Nacional de Salud como publicaban hace poco Valdés Pizarro y Royo Bordonaba (Prevalencia de obesidad infantil en España; Encuesta Nacional de Salud 2006-2007), que recalcaban que, además, hay importantes variaciones regionales y también en función de factores socioeconómicos. La relación entre el nivel socioeconómico y la obesidad infantil es un aspecto mencionado en varias publicaciones aunque no siempre se encuentra en todos los estudios.
Muy recientemente, se ha publicado el trabajo titulado "Prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España en 2012" y en él también se menciona que el exceso de peso en estas edades aparece asociado a las clases sociales más desfavorecidas.
Navalpotro L. et al. en Area-based socioeconomic environment, obesity risk behaviours, area facilities and childhood overweight and obesity: Socioeconomic environment and childhood overweight, observan que tras ajustar por posición socioeconómica y comportamientos de riesgo no hallaron relación entre bienestar y sobrepeso, sin embargo la prevalencia de obesidad infantil que encontraron fue 1,45 veces mayor en los niños y adolescentes que vivían en áreas con menor bienestar. Tras ajustar por estas variables, en las personas que vivían en áreas con privación, la prevalencia de sobrepeso fue 1,26 veces mayor y la de obesidad fue 1,63 veces mayor que en las personas que vivían en áreas sin privación.

De manera que, al menos en algunos de los estudios realizados en nuestro país, sí que se están observando dos hechos importantes:
1. La prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es muy alta
2. Aparece asociada a las clases más desfavorecidas

Así pues, se hace necesario recordar que también hay otra versión del juego infantil, y es esa en la que no es el pícaro el gordito, sino precisamente el pequeñito:
"Este fue a por leña
Este le ayudó
Este se encontró un huevo
Este lo frió
Y éste, por ser el más pequeño, se lo comió".

Tendremos que traerla a colación más a menudo.
 
 
 
 

sábado, 18 de mayo de 2013

Impactante desigualdad

Hoy poco texto porque el vídeo que acompaña a esta entrada es suficientemente impactante.
Se trata de un vídeo que puede encontrarse en Upworthy (ahí es donde primero lo encontré), pero está colgado en muchos otros sitios (si queréis ver dónde pulsad aquí).
Si la distribución de la riqueza de un país como Estados Unidos es así, no cabe extrañarse de cómo se distribuye su salud.
Espero que os parezca interesante

miércoles, 15 de mayo de 2013

La brecha y la evidencia #carnavalsalud

 
Un amigo contaba recientemente que su abuelo se murió sin haber utilizado nunca un teléfono. Su padre le contó que su abuelo decía que para hablar con alguien no era necesario usar “ese maldito chisme” ya que si había que comunicarse con una persona, “de toda la vida lo que se ha hecho es ir y hablar con quien fuera”.

Una nueva técnica, una metodología implantada recientemente, o cualquier innovación representan campos de avance que tendrán siempre valedores de todo lo nuevo, y también tendrán detractores, gente que, como el abuelo de este amigo, piensa que, si hasta ahora no habían sido necesarias, bien podemos seguir pasando sin ellas.

Y nos tememos que el concepto 2.0, pese a que ya no es ninguna novedad, sigue todavía “gozando” de esta consideración. Hay un puñado de “apóstoles” de la “buena nueva” para los que cualquier cosa es posible y que siguen empujando hacia las fronteras para llegar hasta mucho más allá del 2.0, "hasta el infinito y más allá" (como decía Buzz Lightyear). Y mientras tanto, otros califican de frikis a quienes hacen esto o incluso simplemente a quienes usan las herramientas 2.0. Y resulta que ser un friki no está al alcance de cualquiera ya que se requiere determinación y persistencia ya que la "regresión a la media” nos impulsa hacia el comportamiento habitual o más frecuente.

Tal vez, como casi siempre, en el término medio está la virtud. Seguramente se trata de admitir algo que mencionábamos recientemente en otra entrada, referida a las redes sociales: “están ahí y negar su interés no las hace desaparecer ni minimiza su impacto".

Lo difícil no es convencer a los refractarios absolutos (al “abuelo”) ya que eso es sencillamente imposible. Lo difícil es llegar a aquellas personas que no tienen a priori una actitud negativa pero que tampoco ven una ventaja, o a los que no tienen curiosidad o tiempo para dedicarle a algo que se sale de lo cotidiano, lo de todos los días.

A esos sólo les convence la evidencia, no la espectacularidad. Y eso no es algo tan extraño ¿verdad? Se trata, simplemente, de demostrar aplicaciones útiles, de mostrar ventajas. La tecnología está siempre cambiando nuestras vidas y resulta difícil seguir el paso de los cambios, pero todo el mundo aprecia las verdaderas ventajas ¿o hay alguien que no utilice la lavadora teniéndola a su alcance?

En salud 2.0 quedan muchas, muchísimas, cosas por hacer, pero una de ellas no es, seguro, la de hacer apostolado en tierras de misión: se trata de utilizar el concepto 2.0 en el ámbito de la salud y si es útil ya irá calando y si no lo es, o no lo demuestra, se trasformará en algo digno de la frikipedia.

En el ámbito de la epidemiología ya hay ejemplos que mostrar y la infodemiología (o TICdemiología como también la denominamos en algún momento) es probablemente uno de los más relevantes. Pero, como todo, requiere tiempo, experiencia, aciertos y aprender de los errores. La brecha digital está ahí, pero su reducción requiere evidencia, no eminencia. #carnavalsalud
 

 

domingo, 12 de mayo de 2013

Un día en la ópera

Hoy se celebra en Europa el día de la ópera (no confundir con "Una noche en la ópera" de los Hermanos Marx).
¿Y tiene algo que ver la ópera con la epidemiología? Bueno, hasta el momento no hay ninguna ópera que conozcamos donde aparezca nadie dedicado a la epidemiología, pero dedicados a la medicina sí que han aparecido. Sobre ello hay un interesante artículo publicado en el British Medical Journal, titulado "Physicians in opera—reflection of medical history and public perception".
En él se hace un interesante recorrido por óperas de tres siglos analizando el papel de la medicina y de quienes se dedican a ella en sus conocimientos, función, importancia y estatus social.
Tan interesantes, o más, son los comentarios o respuestas rápidas que pueden leerse sobre este artículo y en los que se destacan el papel de las enfermedades (y la visión de las mismas en distintas óperas) y muy especialmente el de la tuberculosis. En el comentario titulado precisamente "Tuberculosis and opera" de Bertrand Herer, se subraya que en "La Boheme"  es retratada como una enfermedad social, algo muy avanzado para la época, al mismo tiempo que también aparece su carácter transmisible y el miedo al contagio.
Así que parece que algo de relación sí que hay: ¡qué hubiera sido de la ópera sin la tuberculosis!




 
 

miércoles, 8 de mayo de 2013

Y ahora rabia

Sí, además ahora hay rabia en Grecia.
Pero no solo en la referencia de la tercera acepción que nos da el diccionario de la Real Academia de la Lengua ("ira, enojo, enfado grande") sino en la primera de sus acepciones: "enfermedad que se produce en algunos animales y se transmite por mordedura a otros o al hombre, al inocularse el virus por la saliva o baba del animal rabioso".
 
La revista Eurosurveillance publica el artículo titulado "Re-emergence of animal rabies in northern Greece and subsequent human exposure, October 2012 – March 2013", y en él se detallan los casos confirmados de rabia animal que se han detectado en Grecia desde octubre de 2012.
 
Grecia estaba libre de rabia desde 1987. Es cierto que, como también se dice en ese artículo, los casos se han presentado en la zona norte y que en otros países de los Balcanes se han registrado casos. Pero también es cierto que en ese país se ha asistido ya a reemergencia de situaciones que parecían superadas: transmisión de VIH incrementada en adictos a drogas, paludismo autóctono y ahora también rabia animal. Y eso por mencionar sólo enfermedades de las que se hace eco "Eurosurveillance".
 
¿Simple casualidad?
 
 

sábado, 4 de mayo de 2013

Sin interés en las redes sociales

-¿Tienes cuenta en Facebook?
-No.
-Es que quiero que seamos amigos.
-Ya somos amigos. No necesitamos Facebook para eso.
-Tienes un concepto de amistad muy retorcido .
(Visto en Facebook, en la página "Reciclar para Crear")
 
Pues chistes aparte, es cierto que no necesitamos ni Facebook, ni Twitter, ni nada de eso para ser amigos, pero estas redes sociales pueden jugar, y de hecho juegan, un papel importante en muchos aspectos de la vida. Y el de la comunicación científica no debería ser el menor de ellos.
La revista Gaceta Sanitaria ha publicado recientemente un artículo titulado "Opinión de los socios y socias de SESPAS sobre Gaceta Sanitaria". Y algunos de los resultados hallados son dignos de mencionar.
El primero que puede llamar la atención es puramente metodológico: la tasa de respuesta del cuestionario en línea utilizado para preguntar la opinión fue del 17%. ¿Desinterés de los socios y socias?. No tiene por qué ser así: como también fue publicado recientemente en esa misma revista ("Tasas de respuesta a tres estudios de opinión mediantes cuestionarios en línea en el ámbito sanitario"), se viene comprobando que la tasa de respuesta de este tipo de cuestionarios suele ser baja.
Otra de las cuestiones, y la que quisiéramos destacar hoy aquí, es que, entre los respondentes, hay un 26,3% de personas que no tienen ningún interés en Facebook y un 23,2% que no lo tienen en Twitter.
Bueno, en ningún sitio está establecido que sea necesario, ni obligatorio, tener interés en las redes sociales, pero  ¿qué se habría respondido si la pregunta hubiera sido si se tiene interés en la televisión o en el teléfono?. Las redes están ahí y negar su interés no las hace desaparecer ni minimiza su impacto.
Una muestra de ello es un reciente artículo publicado en la revista científica "Resuscitation" titulado "Decoding twitter: Surveillance and trends for cardiac arrest and resuscitation communication". En él los autores concluyen los mensajes de Twitter pueden servir para comprender mejor las creencias, opiniones y sentimientos de la población sobre los problemas cardíacos agudos (paro cardíaco o "cardiac arrest") y la reanimación cardíaca, y que este tipo de análisis pueden contribuir a dar forma a los mensajes de salud pública de forma que pueda mejorarse la reanimación y otros objetivos en salud cardiovascular.
En ese mismo artículo pueden encontrarse citas a otros donde se muestran ejemplos de utilización con un fin sanitario del análisis de los tuits  en situaciones diversas (tabaco, gripe, cólera, etc...). Y también podríamos volver sobre lo publicado anteriormente acerca de la infodemiología.
Es cierto, como nos recordaba hace muy poco @manyez ("¿Escucha activa o superficial?"), que en las redes hay mucha "escucha superficial" (impresionante el ejemplo de la cuenta de twitter de Ricky Gervais), pero taparnos los ojos no hará que no nos vean.
 
 
 


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