sábado, 5 de mayo de 2012

Morir "de" y morir "con"

En el European Journal of Public Health acaba de publicarse un  artículo titulado "Mortality from diabetic renal disease: a hidden epidemic". Según los autores, los datos de mortalidad (en Australia y EE.UU.), tal y como se presentan, subestiman la mortalidad por enfermedad renal diabética. En este artículo se pone de manifiesto la utilidad de la utilización de la codificación múltiple de causas de mortalidad, y no sólo de la causa básica. Y es que no es lo mismo, por ejemplo, morir "de" diabetes que morir "con" diabetes.

En el certificado médico de defunción y en el boletín estadístico de defunción se cumplimentan diferentes causas:
Causa inmediata: enfermedad o estado patológico que produjo la muerte directamente, es decir la enfermedad, el traumatismo o la complicación causante del fallecimiento.
Causas intermedias: estados morbosos, si existiera alguno, que produjeron la causa inmediata.
Causa inicial o fundamental: enfermedad o lesión que inició los hechos anteriormente mencionados que condujeron a la muerte.
Otros procesos: todas las demás enfermedades o condiciones de las que se suponga han ejercido una influencia desfavorable en el curso del proceso patológico, contribuyendo así al desenlace fatal, pero que no guardan relación con la enfermedad o condición que causó directamente la muerte.

Con estas causas, quienes realizan la codificación (personal muy entrenado y cualificado) seleccionan la llamada causa básica de la defunción que es la que suele publicarse en las estadísticas oficiales de mortalidad. En España es el Instituto Nacional de Estadística (INE) el que publica estas estadísticas oficiales (Defunciones según causas de muerte). Gracias a eso podemos saber los fallecidos "de" una determinada causa. Pero si queremos saber los que han muerto "con" una determinada enfermedad o lesión tenemos que utilizar la codificación múltiple. Esto requiere mucho más trabajo, pues necesita que se codifiquen todas las causas (inmediata, intermedia, inicial) y por eso pocos registros de mortalidad en España lo realizan (hasta donde llegan mis conocimientos sólo los de la Comunidad de Madrid y Comunitat Valenciana).
Y es importante hacerlo para poder estimar de la mejor manera complicaciones que pueden tener una repercusión clínica importante. No es sólo una cuestión de codificadores ni de uso estadístico: es, sobre todo, una cuestión de interés sanitario. En España, además, tiene todavía mayor interés abordar esta manera de trabajar ya que, como puede verse en los informes anuales que publica el registro de la European Renal Association (ERA-EDTA), tenemos la región europea con mayor incidencia y prevalencia de nefropatía diabética: Canarias.










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